Antes y después de utilizar el horno es primordial realizar una limpieza, pero tampoco es cuestión de hacer esta tarea sólo una vez perdida, siempre hazla cuando el horno presente mucho polvo y suciedad por dentro. Recuerda que si no lo haces hoy y dejas pasar los días, la suciedad se volverá escurridiza y será peor intentar removerla.
Es necesario tener a mano las herramientas adecuadas para limpiar el horno y además de algunos consejos que podría servir respecto a la limpieza correcta del aparato.
El horno casi siempre le ofrecen el rol de limpieza más tarde, los consumidores (algunos) son perezosos o lo dejan para luego sin tener la más mínima idea que en ese tiempo que transcurre la suciedad hará de la suyas.
Consejos para limpiar el horno
Recomendamos limpiar el horno casi luego de haberse usado (el interior debe estar a temperatura ambiente), aplicamos algún producto químico con un trapo suave y lo pasamos por todos los rincones donde haya rastros de comida o regueros. Otra alternativa sería untar bicarbonato de sodio junto vinagre y dejar la disolución al menos una hora.
¿Cuál opción de limpieza me conviene? Bueno ya todo dependerá del grado de limpieza que apliques sobre el horno, sin embargo, los expertos abiertos al tema prefieren ante todo aplicar sólo productos naturales y se inclinan por los ya mencionados: agua, vinagre y bicarbonato de sodio. Los tres productos juntos crean una pasta consistente que deberá aplicarse en general por todo el horno.
En cambio, si usamos productos de limpieza fabricados con químicos habrá mayor limpieza y protección contra bacterias, pero al mismo tiempo la comida que se cocinará dentro se contaminará y esto podría causar problemas de salud que no le deseamos a nadie. Y para eliminar los vapores tóxicos ponemos el horno a 50 grados con 5/10 minutos y luego se apaga dejándolo reposar durante una hora.